Mandolina nació en enero de 2018, creada por Valentina Zelaya y Gianni Lucas Crisci, con una idea sencilla pero poderosa: encontrar algo que nos diera alegría fuera de nuestras rutinas de estudiantes en trabajos que no nos gustaban.
Miramos nuestra biblioteca, elegimos las editoriales que más nos gustaban y mandamos los primeros mails. Compramos 25 libros: ese fue nuestro stock inicial. Mandolina comenzó como una librería virtual, casera y ambulante, con una búsqueda clara: que el encuentro con los libros pudiera sentirse cálido incluso a través de la pantalla.
Hacíamos recomendaciones diarias, charlábamos con quienes escribían, y empezamos a ir a ferias para estar cara a cara. Más tarde fuimos parte de un showroom con otros emprendimientos y, poco después, una librería puertas adentro de casa.
La pandemia nos encontró así: caseros pero activos. Vendimos muchos libros virtualmente, y ese impulso nos permitió ahorrar para dar el siguiente paso. En 2020 abrimos nuestra primera librería a la calle, en Buenos Aires, un lugar de encuentro, lectura y comunidad.
Entre 2020 y 2025, Mandolina creció. Nos consolidamos como un espacio cultural en el barrio, sumamos talleres, clubes de lectura, eventos, un podcast y una comunidad lectora que hizo suyo el proyecto. Eso permitió que, poco a poco, dejáramos de ser dos: en este momento nuestro Equipo de libreras está formado por Cecilia Testa, Anna Ferrer y Eleonora Centelles. A ellas se suma Valeria Mussio, encargada de la comunicación.
Nuestro catálogo se amplió, nuestra propuesta se diversificó y el vínculo con quienes nos visitaban se volvió cada vez más fuerte.
Mandolina en Madrid
En abril de 2025, Mandolina abrió sus puertas en Madrid. La esencia sigue siendo la misma: cercana, familiar y casera. En esta nueva etapa se suma Imanol Zelaya, hermano de Valentina, como responsable de Mandolina Madrid y especialmente de la cafetería. También Julia Del Pecho, en cafetería y librería, y Fran Bariffi en la librería.
Mandolina Madrid es librería, cafetería y espacio cultural. Una nueva casa, en otro lugar del mundo, con la misma idea de siempre: que encontrarse alrededor de los libros puede ser una forma de alegría compartida, con la idea de lo artesanal y el crecimiento paulatino como bandera.